-¿En dónde estás? ¿Frente a mi? Eso es imposible, ya no puedo sentirte como antes. Despacio, tócame, siente el latir de mi corazón, o el corazón que es realmente tuyo, rápido, bésame, siente los labios que están sedientos de tí, tal vez así aparezcas de nuevo.
Éste no eres tú ¿Estás bien? ¿Qué te pasó? ¿Hay mucho ruido? Yo no escucho nada. Si tan solo pudieras escuchar lo que hay dentro de mi, si tan solo pudieras interpretar cada palabra, cada gesto, cada movimiento como lo solías hacer antes. Así sabrías que aún te amo, que tengo la esperanza de volver a tenerte en mi cuerpo, en mi corazón, en mi ser. Silencia tus oídos al mundo y escúcha mi corazón, éste es el único que te habla con sinceridad y no se atreve a lastimarte. ¿Estás ahí? ¿Aún puedes escucharme? Me pregunto si realmente puedo entrar en tus sueños por las noches o es otra fantasía que ronda por mi cabeza. ¿Eres tú de quien me enamoré? ¿Por qué ya no puedo ver esos ojos tan brillantes y llenos de vida? Intenté rescatarte muchas veces, yo misma fui al infierno a intentar sacarte de ahí y casi me convierto en uno de ellos. ¿Sirvió mi viaje? ¿Estás ahí? ¿Aún puedes escucharme? ¿Aún existes? Contesta, ¿por qué no me dices nada? ¿Estás ahí? ¿Estás ahí? Te estoy hablando. No, tu no me digas nada, a ti no te hablo, le hablo al ser al que le robaste el cuerpo, le hablo al que sé que sigue ahí adentro. Tu guarda silencio, he escuchado mucho de tí, estoy cansada, devuelvemelo. ¿Estás ahí? ¿Me escuchas? Soy yo ¿Me recuerdas?. Si, yo, quien te habla por las noches, cuando sé que ese maldito no puede escucharnos ¿Ya sabes quién soy? ¿Estás ahí? ¿Sigues ahí? Respóndeme, no quiero irme sin tan sólo escuchar que sigues ahí dentro, pequeño, pero existente. ¿Estás ahí?
-Aquí estoy, te escucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario